Nuestro servicio de retirada de amianto es muy importante para evitar problemas de salud para los habitantes o usuarios de un espacio. Es un trabajo cuidadosamente regulado, por eso es clave contar con servicios expertos como los nuestros para eliminar este material de construcción de forma segura.
El amianto, también conocido como asbesto, es un mineral fibroso que se encuentra en la naturaleza. Por eso mismo podríamos pensar que es seguro, pero está asociado a muchos problemas médicos. En la década de 1970 se descubrió la naturaleza cancerígena del amianto en Estados Unidos.
Antes de que los estudios médicos determinaran el riesgo, el amianto era un material común en la construcción, ya que su condición fibrosa lo hace resistente al calor. Por lo tanto, se usaba para el aislamiento de los edificios.
Las personas ocasionalmente podrían tener contacto con materiales de construcción en edificaciones hechos con amianto. Si están intactos habrá mínimo o poco riesgo, pero si está dañado o alterado las fibras son liberadas y se convierten en un riesgo.
Lo anterior significa que el amianto no es peligroso hasta que se empieza a desgastar y soltar las fibras. Pero una vez que muestra signos de envejecimiento, se libera al aire y puede ser inhalado.
Muchas personas expuestas al asbesto presentan problemas respiratorios, neurológicos y de desarrollo. Causa cánceres como el mesotelioma, que infecta los pulmones y el revestimiento de los órganos, mientras que la asbestosis crea daños irreparables al sistema respiratorio.
Y si una mujer embarazada tiene contacto con el asbesto, el bebé podría desarrollar problemas neurológicos y de desarrollo luego de nacer.
En España las restricciones de uso del amianto comenzaron a implementarse a partir de 1984, pero en 2002 se prohibió completamente su comercialización y uso en la construcción, con la Orden de 7 de diciembre de 2001, por la que se modifica el Anexo I del Real Decreto 1406/1989.
Las leyes españolas que regulan la retirada amianto son:
La normativa de 2002 no implica que el amianto instalado antes no puede seguir usándose, mientras dure su vida útil no siempre es obligatorio retirarlo. Siempre que las fibras estén en buen estado y no presenten riesgos de liberación al medio ambiente. El Reglamento (CE) nº 1907/2006 europeo también establece esto, ya que indican que para que el amianto cause problemas deben exponerse a las fibras.
Entonces, cuando el amianto haya alcanzado el fin de su vida útil, es cuando es obligatorio retirarlo según el Real Decreto 396/2006.
Cada proyecto de remoción de amianto inicia con una inspección y evaluación del lugar, para así identificar los elementos peligrosos en el ambiente. El amianto es casi imposible de detectar a primera vista. Pero los expertos necesitan familiarizarse con el plano de la edificación para crear un plan efectivo y seguro de eliminación. Para ello tomamos muestras de distintos materiales y hacemos pruebas de la calidad del aire.
Una vez que se confirma la presencia de amianto se debe evacuar la edificación. Entonces, desarrollamos un plan de trabajo según lo establecido en el Real Decreto 396/2006. Se marcan las áreas infectadas, así tendremos un camino a seguir para la eliminación del amianto. Se sella el área afectada, puesto que no querrás que fibras o partículas contaminadas pasen a las áreas limpias de tu edificación. Esto puede ser contraproducente para todo el trabajo que se está haciendo.
Nuestros profesionales cortarán todo el sistema de climatización para que el aire contaminado no circule. Después se inicia a la eliminación, los técnicos humedecerán el amianto, ya que esto evita que las partículas floten, y los cortarán con varias herramientas.</br> Como el amianto es altamente tóxico, no se puede almacenar y botar en cualquier lugar. La retirada del amianto está completa con la gestión adecuada de los residuos. Utilizamos bolsas y contenedores herméticos, con revestimientos resistentes para evitar fugas y contaminación. Estos se llevan a un vertedero certificado.
Después de la retirada de amianto se debe limpiar muy bien el espacio, ya que las fibras son microscópicas y pueden quedar en el aire. Se utilizan aspiradoras con filtros HEPA para esta labor. También se limpian con métodos húmedos para las superficies como techos, suelos y equipos. Una vez terminado el trabajo realizamos pruebas de aire y de los materiales para confirmar que ya no tienen amianto.
El precio de retirar amianto puede variar según la cantidad de material, la ubicación de este en la propiedad, la condición del amianto y el tipo de techo. Lo mejor sería que nos solicitaras un presupuesto para darte un estimado adaptado a tu caso. Sin embargo, podemos adelantar que el costo del retiro varía entre 20 y 40 euros por metro cuadrado.
La retirada de amianto no es algo que puedas hacer tú mismo, ya que se necesita un conocimiento del material y del proceso de remoción para poder hacerlo en condiciones seguras.
Nuestros profesionales están entrenados, usan los equipos de protección individual (EPI) especializados, necesarios para la remoción segura del amianto sin poner en riesgo su salud. Los EPI especializados incluyen batas, gafas protectoras, mascarillas y respiradores.
Nuestra empresa cuenta con la inscripción en RERA N.º 45/0110, además estamos debidamente inscritos en el registro Mercantil de la provincia de Toledo. Actividad clasificada como recogida, tratamiento y eliminación de Residuos. Nuestros trabajadores cuentan con Cursos en seguridad Ambiental
La empresa evaluará la edificación para luego elaborar un plan de trabajo detallado. Una vez aprobado el plan, se delimita el área de trabajo y se establecen zonas de contención para las fibras. Luego se procede al retiro del material y su traslado seguro al vertedero.
Es recomendable evacuar la vivienda, ya que la retirada del amianto puede generar polvo.
La cantidad de amianto, el tamaño del área y la complejidad del trabajo determinarán el tiempo que tarde el proceso. Puede durar desde unas pocas horas hasta varios días.
Los residuos se encapsulan y se etiquetan como material peligroso para luego trasladarlos a un vertedero certificado.
El protocolo de seguridad incluye: Delimitación de áreas de contención. Uso de EPI. Técnicas húmedas para minimizar la generación de polvo. Protocolos de descontaminación para el equipo y el personal.
El personal debe recibir formación específica sobre la manipulación segura de este material y estar acreditados según la ley.
Incumplir con las normas puede generar sanciones y multas significativas. Esto incluye retirar el amianto por cuenta propia o contratar empresas no certificadas para el retiro.
No realices ninguna reforma si sospechas que hay amianto. Antes, solicita una evaluación a la propiedad y pide la retirada del material a una empresa especializada.
Se recomienda evaluar el ambiente para comprobar que no hay amianto en el aire y asegurarse de que las medidas tomadas fueron efectivas.
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